
Cuentan que en el principio de los tiempos, el cielo estaba tan cerca de la tierra que la gente no tenía más que levantar la mano para tocarlo. La gente vivía muy contenta porque además el cielo protegía a los seres humanos y a los animales del viento frío y del calor del sol.
Pero un día, dos mujeres que querían preparar la comida se pusieron a moler gano con un bastón grueso y largo en un gran mortero de piedra. Los bastones eran tan largos que, a menudo, golpeaban el cielo, agujereándolo y causándole gran dolor. El cielo enfadado protestó a las mujeres:
-¡Eh, vosotras! Dejad de golpearme. Me estáis haciendo daño y llenándome de agujeros. Si seguís así, ya no podré seguir protegiéndoos del viento y del calor.
Pero las mujeres estaban tan concentradas en su trabajo que no prestaron atención a las palabras del cielo y siguieron moliendo su grano y golpeando de tanto en tanto al cielo.
El cielo aguantó todo lo que pudo, pero le hacían tanto daño que, poco a poco, fue alejándose de la tierra para que no le alcanzaran con los bastones y se quedó donde está hoy, así que las gentes perdieron la protección del cielo y desde entonces sufren el frío viento y el calor. Es por esto que en Somalia llaman al cielo Daldaloole, el que está agujereado.
Cuentan también en Somalia que las nubes son una hermosa muchacha que lleva a su casa un cántaro lleno de agua que saca de un pozo. Cuando la muchacha camina de regreso a su casa, el cántaro se bambolea y el agua se derrama por todas las partes, cayendo hacia la tierra por los agujeros del cielo. Esa agua es lo que llamamos lluvia.
Somalia forma parte junto con Etiopia y Kenia de la región conocida como “El Cuerno de África”, una de las más pobres del continente. Contrariamente a otros países africanos donde conviven diferentes grupos étnicos y se hablan una gran cantidad de lenguas, en Somalia la mayor parte de sus habitantes pertenece a la misma etnia y habla el mismo idioma. El modo tradicional de vida es el pastoreo.
En el cuento se observa una explicación mítica, como tantas otras que aparecen en los cuentos tradicionales de todo el mundo: ¿Cómo llegó la noche? ¿Por qué el coyote parece tener su piel quemada? ¿Cómo aparecieron las estrellas en el cielo? ¿Por qué la lechuza canta por la noche?, etc.
Vamos a trabajar con la imaginación y la fantasía, para ello debéis lanzar hipótesis para responder a algunas de estas preguntas míticas. Algunos ejemplos que podéis usar son: ¿Cómo obtuvo el erizo sus púas? ¿Por qué la mar es salada? ¿Cómo llegó el fuego a la tierra? ¿Por qué la cebra tiene rayas? Y cualquier otra que se os ocurra.
Las hipótesis deberán tener forma de cuento. Cada día colgaremos uno de ellos para que vuestros compañeros puedan leerlos y dar su opinión.
Fuente: Federación Española de Religiosos de Enseñanza. Concejalía de Gobierno de Empleo y Servicios al Ciudadano. Cuenta Cuentos Interculturales en los Centros Escolares para Alumnos de Primaria.